domingo, 9 de octubre de 2016

LA NIÑA- PERRA


Autor: Zulay Castañeda Herrera.
Isla de Margarita, Estado Nueva Esparta.

Rafael y Amelia habían tenido una preciosa niña. Decían que había muerto al nacer; sin embargo lo que muchas personas del lugar no sabían era que ellos se habían desprendido de la pequeña debido a que un extraño maleficio la había convertido de niña a perra; la pareja, al no poder manejar tal situación, decidió  abandonarla en una casa solitaria en las afueras del  pueblo.
Esa noche, la niña-perra, al sentirse sola y con frío comenzó a llorar. Sus gemidos llamaron la atención de una bruja, anciana y alcohólica, que pasaba por el lugar, quien al darse cuenta de que se trataba de la misma niña que tiempo antes ella había hechizado, y que no era una simple perra como aparentaba ser, la recogió rápidamente, conviviendo algún tiempo con el animalito sin poder revertir el hechizo.  
La anciana bruja pasaba sus días mendigando en el pueblo, mientras la niña-perra se entretenía comiendo las sobras que encontraba en la basura. Por las noches solo se escuchaba un silencio sordo y lúgubre que recorría el ambiente; luego de vagar sin rumbo se dormían cansadas de merodear por ahí. El amanecer era esperado con ansias, reanudando así un nuevo y monótono día. La compañía mutua hacía más llevadera sus pesarosas vidas.
La pareja, por su parte, arrepentida y desesperada por haber abandonado a su hija decidieron pedir ayuda: llamaron a una amiga especialista en hechizos y encantamientos, invitándola a pasar unos días en su casa, alegando que necesitaban les ayudase a resolver la difícil situación. La experta al enterarse del padecimiento vivido por sus amigos se dispuso a ayudarles. Se trazaron una estrategia para encontrarla, acordaron salir a buscarla por los alrededores del pueblo, sin embargo no podían imaginar qué apariencia tendría en ese momento, solo sabían que podría ser una perra pequeña, con el pelo corto y rizado, de color blanco con algunas manchas pardas y anaranjadas; esto era lo único que recordaban los padres de la niña-perra.


Durante días caminaron por el sector sin ningún resultado. Cierta tarde se tropezaron con la anciana indigente, quien al percibir que estas personas observaban a su perra con mucho interés, se puso nerviosa y fingiendo estar muy molesta comenzó a gritar: “¿Qué tanto nos ven, será que están envidiosos porque no tienen una perra  como la mía?”
Inmediatamente los padres reconocieron a la niña hechizada y con la ayuda de la experta, procedieron a hacer un conjuro, ahí, en ese mismo instante y lugar a fin de romper el maleficio; para asombro de todos,  la perra de orejas anaranjadas se transformó en una hermosa niña pelirroja alegre y sonriente. Los padres de la pequeña, ansiosos por recuperar el tiempo perdido, se la llevaron consigo; sin embargo, para su sorpresa, la niña solo quería estar con su amiga: la anciana bruja, alcohólica, pobre y sucia. Era lo único que ella podía reconocer. Sentía rechazo hacia sus padres, quienes aunque arrepentidos habían tardado algún tiempo en buscarla.
La infeliz viejita alcohólica no podía parar de gritar improperios mientras  tomaba alcohol cada día más, hasta caer abatida, tendida en su propia inmundicia. Cierto día decidió implementar nuevamente aquel sortilegio convirtiéndose entonces en un hermoso cachorrito. Anduvo vagando hasta el amanecer cuando llorando y aterido de frío llegó a la puerta de la casa de Rafael y Amelia, quienes lo adoptaron como mascota.
 Fue así como nuevamente la niña y la anciana bruja se reencontraron, esta vez  en un nuevo ámbito y con un destino diferente.
Taller Aprende a escribir un cuento" (FAEC) / marzo 2013
Título: LA NIÑA PERRA
Autor: Zulay Castañeda Herrera.
Lugar: Isla de Margarita, Estado Nueva Esparta.
580 palabras.

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