sábado, 7 de mayo de 2011

HEIDEGGER Y LA OBRA DE ARTE


Breve revisión el pensamiento de Heidegger con relación a la obra de arte.

Según Heidegger M. (1936)  “Una obra es siempre una obra”, es decir, una obra es  algo efectuado” ¿Pero quien realiza una obra de arte?
 El carácter de obra, de la obra, reside en el hecho de haber sido creada por un artista”. Es decir que el “ser-obra” de la obra y  “el ser-creación”  constituyen una unión inseparable, por lo que “El origen de la obra de arte y del artista es el arte.”                                 En lo referente a la realidad de la obra vemos que se determinada a partir de aquello que obra en la obra, en este caso a partir del acontecimiento de la verdad por lo tanto lo que obra en la obra está en ella misma, ella es la apertura a una comunicación.  Para que pueda existir la obra es importante la presencia del   “ser-creación” ya que éste forma parte de ella, así como también  el  “ser-obra” de la “obra” constituye una parte esencial de ella misma y ambos se manifiestan cuando la verdad se pone en la obra.                               Esta manifestación  de la verdad dentro de la obra, es la belleza.

También encontramos que el autor refiere que arte es arte histórico y en cuanto tal es el cuidado creador de la verdad en la obra. El arte acontece como poema. La obra de arte es intencional. Heidegger considera que para que una obra sea  una “obra de arte”  tiene que aparecer el “vuelco”  es decir la relación “extraordinario”- “tierra” - “mundo” en conexión  con la  “obra de arte” 

En lo referente al útil diremos que su “ser” desaparece en su utilización a diferencia de la obra de arte en donde los materiales pueden ser lo que son, estableciéndose así la  relación “obra” - “tierra”.  El “ser obra de la obra” es en su esencia la “elaboración” traducida como ese algo especial y sobresaliente de la obra.

Desde el momento en que la obra levanta un mundo, crea la tierra, esto es, la trae aquí. La obra le permite a la tierra ser tierra. La obra para ser obra precisa de la verdad, superándose a si misma  constantemente. Sólo podemos llegar a saber qué es lo que obra en la obra a partir del este reposo de ella misma. Hemos dicho que “es la verdad la que opera en la obra de arte” ya que ella ocurre en la disputa del combate entre el mundo y la tierra, es por ello que nos atrevemos a aseverar que  la verdad es la esencia de lo verdadero. “La obra para ser obra precisa de la verdad”.

En cuanto al ámbito ideal de una obra diremos que el único ámbito de una obra de arte es aquel que se abre ella misma en la conciencia del espectador, es esa apertura de la verdad que obra en la obra lo que le da su propio espacio. Hay tantas obras como conciencias la ven ya que es el juicio de cada quien el que difiere y es por ello que las opiniones sobre una misma obra son tan disímiles ya que son “juicios subjetivos”, propios del juicio de gusto de cada espectador. La obra precisa de un creador  para que se de la “apertura”, pero a su vez para seguir siendo ella necesita de sus cuidadores y es que cuidar es ese acto en el que el espectador logra aprehender esa esencia que subyace en ella y que está oculta para muchos, mas no para el cuidador a quien le es develada la verdad que está presente en la obra  y  dispuesta a dejarse encontrar por ese ser con sensibilidad especial. Es ese olvido en el que puede caer la obra lo que le permite alimentarse de si misma. El olvido es también  una forma de cuidar la obra. También el lenguaje es importante ya que además de permitirle al creador expresarse le permite al espectador hacer su libre interpretación de lo que observa.

Finalmente diré que la verdad no es única, solo existen pequeñas visiones de ella y cada una es verdadera, esto sucede por que cada uno de nosotros tiene su mundo, todos distintos y sin embargo a pesar de ello nos entendemos porque todos estamos en el mundo. Cuando estemos frente a una obra de arte es preciso quitarnos la visión de creador, colocarnos en la visión de espectador y hacer una crítica más ecuánime, es preciso aprender a ver la obra primero con el sentir y luego ver que nos transmite ya que en el arte no podemos postular cosas, porque ¿como podemos postular una esencia? Tampoco podemos decir: “esto es arte y esto otro no”; eso no lo podemos hacer porque no poseemos la verdad absoluta solo poseemos nuestra verdad.

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