Escrito por Hugo Daniel Lafranconi el 24/07/2008
La pregunta es simple y se refiere a lo que cada uno hace: El arte puede prescindir de su obra? Su aporte es necesario? Lo suyo cambia algo? Es una bisagra histórica? Puede existir un antes y un después de usted?
Por favor, los invito a tomar estas preguntas como una posibilidad para la reflexión sobre el propio hacer y no como una rendición pública de cuentas.
Durante mucho tiempo me he preguntado para que pinto y con respecto a la producción artística de la humanidad, estoy totalmente seguro que mi obra es prescindible. Sin embargo hay una necesidad profunda que me lleva a hacerlo y si no lo hiciera, seguramente moriría o mi vida carecería de sentido.
Por lo menos una vez al día, nos miramos en el espejo o al menos vemos reflejada nuestra imagen en una vidriera o un charco de agua. Sin embargo nos resultaría difícil hacer nuestro retrato sin concentrarnos en el propio rostro, descubriendo como novedoso lo que durante años miramos sin ver.
La cuestión planteada en este debate tiene que ver con esa especial manera de mirar. Con la posibilidad de ver.
En Argentina, palabras atribuidas al General San Martín dicen: -No pinta quién tiene ganas, sino quién sabe pintar.
Aunque estas palabras mantienen su proverbial vigencia, en nuestra cultura "pinta quién tiene ganas".
Algunos como pasa tiempo, otros como pagando una deuda pendiente. Hay quienes lo tienen como terapia y los que aseguran que es muy divertido. Nadie lo prohibe y está bien que así sea.
La pregunta del encabezado no es sobre lo bien que hace pintar, sino, cual es el aporte que cada uno hace, si es que lo hay.
Los que han participado hasta ahora ayudan con sus comentarios a focalizar la cuestión.
Hablan de necesidad, sinceridad, originalidad, autenticidad y hasta puedo leer entre líneas, modestia.
Aparecen de esta forma ciertos opuestos no comprobados como tales aún: diversión/entrega, pasa tiempo/profundidad, liviandad/pasión, anonimato/trascendencia, entre otros.
Queridos amigos: les pido ayuda. Creo bueno y positivo que podamos sumar pensamientos en voz alta, sin miedos, sin vergüenza, sin censuras. Pensar en el otro lo que sucede en el nosotros y devolver su rostro con el espejo de todos. Ver y vernos. Compartir. Aportar.
Querido agosto 12, perdón, octubre 17: Seguramente hay cosas para analizar mejores que estas: el hambre en el mundo, las guerras, la violencia, la falta de comunicación, el gusto de la sal, el sexo de los ángeles y el porque la tostada cae con la manteca contra el piso.
El tema es que cada quién debe analizar aquello que le resulte, no interesante, sino vital.
No iba caminando y de repente se me cruzó una idea a manera de hoja movida por la brisa. Las preguntas que me hago, insistentemente han ocupado mi quehacer artístico. Mi vida.
Sin obtener una respuesta, por mas que quiera no podría dejar de hacerlas. No son caprichos que me impongo, que elijo. Soy elegido por ellos
Por otra parte, debo saber si lo que a mi me ocurre es solo mio, o si a los demás también las pasa.
Para decirlo tontamente: - ¿Si uno no pregunta, como aprende?
El tema es que cada quién debe analizar aquello que le resulte, no interesante, sino vital.
No iba caminando y de repente se me cruzó una idea a manera de hoja movida por la brisa. Las preguntas que me hago, insistentemente han ocupado mi quehacer artístico. Mi vida.
Sin obtener una respuesta, por mas que quiera no podría dejar de hacerlas. No son caprichos que me impongo, que elijo. Soy elegido por ellos
Por otra parte, debo saber si lo que a mi me ocurre es solo mio, o si a los demás también las pasa.
Para decirlo tontamente: - ¿Si uno no pregunta, como aprende?
Aunque tarde, ¡Felices 24! Le debemos el brindis.
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